Aprendiendo qué es la energía

Proveniente del griego enérgia (actividad), la palabra energía es usada en diferentes ámbitos del conocimiento, como lo son la química, la economía y la física, para hacer referencia a cualquier fuerza que tiene la capacidad de poder generar un trabajo o acción. De ese modo se puede entender como energía a toda aquella fuerza que tiene la facultad de mantener en movimiento un objeto.

La energía puede ser medida, así como llegar a intervenir en toda forma conocida de acción y/o reacción. Así, las diferentes reacciones químicas existentes, cambios de estado que puede sufrir una materia, el desplazamiento e incluso el estado, son explicados de acuerdo a la cantidad y el tipo de energía que se le llegue a imprimir.

Uno de los principios fundamentales conocidos de la energía y que, de acuerdo a lo estipulado por el Principio de Conservación de la Energía, es que no puede ni ser creada ni tampoco ser destruida, aunque sí puede ser transformada de una forma a otra, como por ejemplo llega a suceder cuando es utilizada la energía eléctrica para poder dar luz a una habitación (energía lumínica).

La conversión de la energía

Como se dijo anteriormente, la energía se puede convertir. Cabe destacar que, en ocasiones, algunas de estas conversiones llegan a transformar ciertos tipos de energía más sofisticadas en otras mucho más ordinarias, siendo conocido este proceso como degradación energética.

También la energía puede ser almacenada para ser utilizada posteriormente, a través de la acumulación de sustancias contentivas de energía potencial.

Un ejemplo de esto es lo que ocurre cuando se almacenan algunos hidrocarburos con el propósito de, más adelante, ser expuestos al oxígeno, para lograr la liberación de enormes cantidades de energía. Así también se puede almacenar la energía eléctrica en baterías.

De igual forma llega a suceder con los seres vivos, los cuales puede almacenar la energía, la cual se encuentra formada por las grasas acumuladas (lípidos). Esta sustancia más adelante podrá procesarse (ser quemada), pasando a convertirse en azúcares, y obteniéndose de esta manera energía química. De este modo es posible mantener de forma constante el ciclo de la vida, el cual necesita del consumo de diferentes energías.

Aun cuando en los procedimientos de conversión energética la energía puede cambiar de su forma original a otra, su cantidad se mantiene constante, es decir que la energía de un determinado sistema aislado siempre se mantendrá igual y constante, pudiendo solamente transferirse de un sistema hacia otro, una vez ya transformada.

La energía viene siendo la consecuencia de la actuación a través de intercambios de las cuatro clases de fuerzas que son imprescindibles en la naturaleza, a saber: nuclear fuerte, nuclear débil, gravitatoria y electromagnética.